Nuestro planeta se encuentra en una crisis climática crítica y sin precedentes. Es una de las economías más grandes del mundo que intenta reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este histórico acuerdo tiene como objetivo mitigar y mitigar los efectos del cambio climático.
Con esto en mente, el mundo está buscando alternativas de combustibles fósiles que conduzcan al aumento del hidrógeno verde. El primer elemento del programa es el hidrógeno y está disponible en abundancia. Sin embargo, no es una fuente de energía, sino un portador de energía química, también conocido como vector de energía. Como vector, se utiliza para convertir, almacenar y luego liberar energía. Materiales Existen diferentes métodos de producción de hidrógeno según los materiales manipulados, el proceso de producción y las fuentes de energía utilizadas para alimentar el proceso de producción.
Con esto en mente, se encuentra la diferencia entre el hidrógeno gris y el verde. El hidrógeno verde se produce mediante energías renovables. Se sabe que este tipo de hidrógeno juega un papel clave en la conversión de energía hacia fuentes que no son de carbono, especialmente en industrias y áreas con problemas de emisiones de gases de efecto invernadero, como las industrias del acero y el hormigón.
Regulación y desarrollo del hidrógeno verde en Chile
Chile ha sido identificado como una potencia mundial en términos de producción de hidrógeno verde, principalmente debido a la ventaja competitiva de la generación de energía renovable de bajo costo, la energía solar y eólica, así como el costo de transporte de energía desde la infraestructura y la fuente debido a su conveniencia. y reducción.
Era necesario regular este elemento en Chile con el propósito específico de establecer los lineamientos necesarios para el adecuado desarrollo de esta tecnología, y como resultado brindar tranquilidad a los inversionistas. Con esto en mente, el Ministerio de Energía dio a conocer la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde («Estrategia») en noviembre de 2020, con su principal objetivo de promover el cambio hacia una economía de bajas emisiones, convirtiendo a Chile en pionero en la generación de hidrógeno verde y el mercado de exportación.
En consecuencia, la estrategia considera tres niveles: Nivel I - habilitación de la industria nacional y promoción de las exportaciones a través de incentivos a la producción, permitiendo la creación de conocimiento, infraestructura y cadenas de suministro, etc.; Y manufactura sc-scaling Nivel II y III, logrando una fuerte integración en los mercados internacionales, principalmente con el desarrollo de nuevas tecnologías y amoniaco verde (amoniaco producido a partir de fuentes de hidrógeno verde) en industrias como el transporte marítimo, la aviación y el almacenamiento de energía, entre otras.
Para ello, el Gobierno de Chile, a través de sus Ministerios, principalmente los Ministerios de Energía, Minería y Transporte, ha establecido un lineamiento normativo sobre la formulación de una serie de normativas, a saber: (i) Reglamento General de Instalaciones de Hidrógeno; (ii) regulación de varias gasolineras; (iii) requisitos técnicos, de construcción y de seguridad para la regulación de vehículos propulsados por GH2 (hidrógeno gaseoso); Y (iv) sistemas de hidrógeno para operaciones mineras, entre otros.
Regulación e iniciativas internacionales
Según la ley de la Unión Europea (UE), los estados miembros deben desarrollar y presentar a la Comisión Nacional Europea. Objetivos energéticos. La mayoría de los estados miembros (incluso aquellos que no adoptan una estrategia nacional formal de hidrógeno) incluyen información sobre sus políticas nacionales, objetivos y estructuras esperadas para promover el crecimiento del hidrógeno en sus programas nacionales de energía y clima.
Alemania, actualmente uno de los estados miembros líderes en asuntos de hidrógeno verde, presentó su «Estrategia Nacional de Hidrógeno» en junio de 2020, con el objetivo principal de aumentar la capacidad de producción de hidrógeno verde a 5 GW para 2030 y, si es posible, a 10 GW para 2040. , principalmente eólica – La energía renovable se obtiene mediante la instalación de aerogeneradores en mar abierto o en tierra. Además, la estrategia prevé una inversión de 1 1 billón para descorponizar los procesos de producción entre 2020 y 2023 y 7 7 billones para inversión en nuevos negocios e investigación. También incluye 2 2 mil millones en fondos para asociaciones internacionales para promover el establecimiento de infraestructura de producción de hidrógeno en otros países, principalmente en el norte de África.
Además, la estrategia requiere la formación de un Consejo Nacional del Hidrógeno, que continuará asesorando al gobierno sobre asuntos relacionados con el hidrógeno verde, promoverá el desarrollo energético continuo y brindará incentivos. Finalmente, la estrategia considera la construcción de una red de hidrógeno que utilizará la infraestructura de almacenamiento y tuberías existente. Según un mapa de la visionaria red de hidrógeno publicado por los operadores de sistemas de transmisión de gas alemanes en 2020, la red tendrá una longitud de hasta 5.900 km.
Debido a las características geográficas del país, la energía eólica marina parece ser una buena alternativa a la producción de energía renovable en Chile. Esta fuente de energía renovable es más eficiente que la energía eólica convencional porque el aire en mar abierto es más potente que el producido localmente, principalmente por la ausencia de barreras naturales.
Además, esta evidencia genera impactos menos negativos en el medio ambiente, especialmente en relación con las plantas, los animales y el impacto visual y sonoro.
La situación actual en Chile
Al 24 de agosto de 2021, nueve meses después de la implementación de la estrategia, existen 60 proyectos de hidrógeno verde en cartera en Chile, todos los cuales se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, principalmente Antofocasta, Valparaíso, Biopio y Magallanes.
Para el desarrollo de este tipo de proyectos en Chile, primero identificar la ubicación donde se debe desarrollar el proyecto, realizar análisis de factibilidad y obtener los derechos y permisos necesarios para su construcción y operación (incluyendo concesiones marítimas, facilitación y resoluciones de elegibilidad ambiental, entre otros ).
Dada la gran escala de proyectos actualmente en ejecución, sería bueno intentar desarrollar planes futuros en áreas con baja congestión de proyectos, utilizando una variedad de fuentes de energía renovable en todo el país. Finalmente, dada la falta de desarrollo de proyectos de almacenamiento de hidrógeno verde y la importancia estratégica que esta tecnología juega en la cadena de valor del hidrógeno, parece suficiente invertir en investigación en esta tecnología. De la mejor manera para esta importante industria.
Conclusión
Con base en la información revisada en este artículo, infraestructura, tecnología, conocimiento y / o aportes monetarios. En este sentido, Chile se encuentra actualmente en una posición favorable para cultivar hidrógeno verde, factor clave para lograr el cambio climático antes mencionado, así como para el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de cambio climático.
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