En el mundo más amplio de la viticultura, los avances científicos son fundamentales para adaptarse a los nuevos desafíos que plantea el cambio climático. Recientemente, ha surgido un logro único en Chile, donde los científicos han desarrollado una nueva cepa de levadura que permite la producción de vinos con bajo contenido de alcohol sin comprometer la calidad. Este descubrimiento, en la Universidad de Santiago de Chile (USACH), representa un paso significativo hacia una viticultura más sustentable y en línea con las demandas actuales del mercado de opciones de consumo saludable.
Dr. Dirigidos por Claudio Martínez, los investigadores mejoraron meticulosamente la ingeniería genética de levaduras, centrándose específicamente en las cepas de Saccharomyces cerevisiae. Mediante cría directa, crearon 132 híbridos a partir de 70 cepas de levadura silvestres locales. En particular, estos híbridos no transgénicos han demostrado la capacidad de reducir el alcohol en un promedio del 9% en los vinos, a veces hasta un 27% en comparación con sus cepas parentales.
El proyecto, titulado “Cepas de levadura de baja eficiencia alcohólica para la producción de vinos de calidad ID21I10198”, no sólo ha atraído la atención de la comunidad científica sino también el apoyo de la industria vitivinícola chilena. Empresas como Lallemand Inc Chile y reconocidas viñas como Casa Silva y Casa Acosta participan activamente en la fase de pruebas para evaluar el impacto de estas levaduras en la calidad y características sensoriales de los vinos.
Los efectos del cambio climático en la viticultura son claros y preocupantes. A medida que aumentan las temperaturas globales, las uvas alcanzan niveles más altos de azúcar antes de la cosecha, lo que da como resultado vinos con mayor contenido de alcohol. Este fenómeno no es exclusivo de Chile, sino que también se encuentra en regiones vinícolas de fama mundial como Burdeos en Francia, donde el contenido promedio de alcohol supera los 13,5 grados. Además, este aumento de alcohol puede afectar negativamente las propiedades sensoriales del alcohol, incluida una sensación de ardor en la boca.
En esta situación, el uso de levaduras especiales proporciona una solución innovadora y eficaz. Reducir el contenido de alcohol sin cambiar la calidad del vino va más allá del progreso tecnológico; Esta es una respuesta a las demandas de los consumidores y las regulaciones fiscales en varios países donde los impuestos al alcohol pueden gravar significativamente la exportación de vinos con alto contenido de alcohol.
Dr. La iniciativa liderada por Martínez y su equipo destaca cómo la ciencia y la colaboración pueden brindar soluciones concretas y efectivas para la industria vitivinícola, enfrentando los desafíos del cambio climático con innovación y conocimiento aplicado. Con el proceso de patentes para estos métodos en curso, se espera que la adopción de estas levaduras mejoradas genéticamente se expanda y desarrolle prácticas de viticultura más sostenibles para adaptarse a las nuevas realidades del mercado global.
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