Chile ha anunciado que quiere convertirse en uno de los tres principales exportadores de hidrógeno verde para 2040. Todavía quedan algunos obstáculos importantes. ¿Tiene el país la capacidad de superarlos? Rebecca Bertram mira más de cerca.
Chile es un país con un inmenso potencial para convertirse en un actor importante en el mercado mundial del hidrógeno verde. El hidrógeno verde producido a partir de fuentes de energía renovables está ganando terreno a nivel mundial como una alternativa sostenible a los combustibles fósiles tradicionales, especialmente en sectores exigentes como las industrias química y siderúrgica. Chile tiene abundantes recursos renovables, un fuerte compromiso con la sostenibilidad ambiental y una ubicación geográfica estratégica que lo hace ideal para la producción y exportación de hidrógeno verde. Sin embargo, aún quedan muchos desafíos para aprovechar todo el potencial del país.
El gobierno de Chile ha dado pasos significativos pasos Para presentarse al mundo El El hidrógeno verde es la superpotencia del siglo XXI. No sólo el país proyecto Quiere obtener el 70% de su energía de fuentes renovables para 2030, pero también convertirse en carbono neutral para 2050. Para 2030, el país aspira a producir el hidrógeno verde más barato del mundo. Los primeros tres Exportadores de hidrógeno verde en 2040. Al darse cuenta de que no puede hacerlo solo, el gobierno de Chile ha establecido varias asociaciones estratégicas con empresas y países europeos y asiáticos para lograr su ambicioso objetivo. Sin embargo, todavía no existe un plan de acción claro sobre cómo llegar allí. Esto deja lugar a dudas sobre su capacidad para alcanzar sus ambiciosos objetivos.
Chile cumple con el primer prerrequisito para producir hidrógeno verde: un país rico en recursos naturales aptos para la producción de hidrógeno verde. El país tiene un enorme potencial solar y eólico, en las regiones desérticas del norte que reciben el desierto de Atacama. 308 vatios por metro cuadrado – Unos de los niveles de radiación solar más altos del planeta. Además, las regiones del sur de Chile disfrutan de vientos estables, lo que las hace ideales para la producción de energía eólica.
Sin embargo, la utilización eficiente de estos recursos sigue siendo un desafío importante. Las largas distancias entre estas áreas remotas y los centros industriales crean desafíos logísticos en el transporte de electricidad renovable a donde se necesita. En los últimos años, el desarrollo de la energía solar en el norte del país ha provocado repetidas congestiones en las líneas de transmisión. Atraer inversiones en infraestructura será fundamental si el país quiere desarrollar sus capacidades renovables en estas áreas remotas. El gobierno chileno ha tomado nota y ha tratado de reducir la tensión en las líneas eléctricas existentes. Proyecto de ley de movilidad eléctrica Los proyectos de almacenamiento tienen como objetivo brindar la capacidad de pagar la energía entregada a la red durante los períodos de menor actividad. Este es un primer paso importante, aunque se necesita mucho más.
Otro desafío para su sueño del hidrógeno verde es la cuestión del uso equilibrado del agua. La electrólisis, el proceso de producción de hidrógeno verde, requiere grandes cantidades de agua. Sin embargo, la escasez de agua sigue siendo un problema apremiante en muchas partes de Chile. Por lo tanto, es crucial encontrar una solución viable y sostenible sobre cómo equilibrar el agua con diversos sectores como la agricultura y la industria. El uso de aguas oceánicas o residuales para la producción de hidrógeno verde puede ser una posibilidad. Sin embargo, este tipo de electrólisis todavía existe. Fase de bebe y ya no es una opción de negocio viable en el corto plazo.
Existen otras preocupaciones sociales y ambientales sobre la producción de hidrógeno verde, y si bien el hidrógeno verde es generalmente un tema popular entre muchos chilenos, la oposición local está comenzando a ganar fuerza. Especialmente la región de Magallanes, en el sur del país, donde empresas europeas y la petrolera chilena Enap están invirtiendo fuertemente en proyectos de exportación de hidrógeno verde. planificado Más de 3.000 turbinas eólicas, plantas de amoníaco y terminales de exportación están ubicadas en la región, conocida por su entorno. Si Chile quiere convertirse en un líder mundial en la producción de hidrógeno verde, necesita mostrar cómo la participación de las partes interesadas y el apoyo de la comunidad pueden contribuir a que el proyecto sea verdaderamente sostenible y evite posibles conflictos.
A medida que aumenta la demanda mundial de hidrógeno verde, será cada vez más importante que los productores demuestren que su producción se realiza de manera socialmente justa y sostenible. Universal Programas de certificación Estos puntos demuestran que existe potencial para ganar terreno. Para centros de importación como la UE, demostrar que sus importaciones de hidrógeno verde son realmente sostenibles y reducir las emisiones generales de carbono es fundamental para su aceptación pública. Esta es la oportunidad de Chile de adelantarse y tomar en cuenta adecuadamente los impactos ambientales y sociales de la producción de hidrógeno verde. Garantizar que los proyectos sean ambientalmente sostenibles y no dañen los ecosistemas locales es fundamental para convertirse en una superpotencia del hidrógeno verde.
El posicionamiento en el mercado global será un determinante clave para que Chile pueda alcanzar su posición de liderazgo en las exportaciones de hidrógeno verde. El mercado es muy competitivo y muchos países también. Estados Unidos, Australia y España, ya están por delante del juego. También en América Latina la competencia es feroz Brasil Y Colombia El hidrógeno verde también se sube al carro. La ventaja de Chile radica en su abundancia de energía renovable, pero ha tardado en desarrollar un plan concreto sobre cómo lograr sus ambiciosos objetivos.
Los inversionistas carecen de reglas claras e incentivos de mercado para atraer las inversiones de capital necesarias para llevar a Chile a donde quiere estar. Cada nueva industria necesita incentivos regulatorios y al mismo tiempo mantener los costos no competitivos. Es por eso que el presidente de Chile, Boric, ha pedido la finalización de un plan de acción estratégico para principios de 2024 para dar un nuevo impulso a la causa del hidrógeno verde.
Chile tiene el potencial de convertirse en un importante exportador de hidrógeno verde, aprovechando sus abundantes recursos renovables, ventajas geográficas y compromiso con la sostenibilidad. Sin embargo, aún quedan muchos desafíos por abordar y lograr sus objetivos no será un camino sencillo. Sin embargo, Chile puede brillar al ofrecer una ruta única hacia el hidrógeno verde sostenible y rentable que contribuya a un futuro más verde y sostenible para todos.
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